Decimos NO MÁS

Actúa: Sexualidad saludable

Cuando les hablas a tus hijos/as sobre el tema del sexo,  les estás ayudando a prevenir el abuso sexual pues estarán mejor armados/as para entender qué son los límites, ser capaces de establecerlos y respetar sus propios límites y los de otras personas. Los/as investigadores/as son de la opinión de que cuando se habla del tema de la sexualidad estas conversaciones ayudan a que los/as jóvenes se comporten de una manera menos arriesgada cuando deciden tener sexo. Ahora que ya te sientes preparado/a para hablar con tus hijos/as puedes comenzar a dar los primeros. Siempre asegúrate primero de que sabes cómo vas a llevar una conversación en la que les vas a prestar orientación y guía sobre estos temas.

Auto – edúcate

Para tener conversaciones sinceras y profundas con tus hijos/as sobre el tema de la sexualidad saludable, es importante que primero te auto-eduques para que puedas responder de manera apropiada a la cadena inevitable de preguntas que van a hacerte.

  • Obtén información sobre distintos métodos de prevención del embarazo y sus índices respectivos de efectividad.
  • Infórmate sobre cómo se trasmiten las enfermedades de trasmisión sexual (STD, Sexually Trasmitted Disease), sobre cómo éstas pueden ser detectadas y prevenidas.
  • Aprende sobre cómo puede tenerse una relación saludable con el cuerpo y una sexualidad saludable, de manera que es un reflejo de los valores que tenemos.

Merece la pena hacer el tiempo para aprender sobre los elementos que conforman una sexualidad saludable para que así tus hijos/as no tengan que vivir con ideas falsas o falta de información. Puedes siempre dirigirte a esta página para encontrar información sobre lo que puedes hacer para seguir informándote como individuo.

Comparte tu conocimiento

Analiza qué cosas podrías hacer para enseñar lo que conoces, ya sea de manera formal o informal.  Prepárate para que aprendas a reconocer esas situaciones que pueden tal vez parecer difíciles pero que en realidad son oportunidades que te abren una puerta que podrías aprovechar para enseñar a tus hijos/as qué es una sexualidad saludable. Por ejemplo, si tu hijo/a llega de la escuela diciéndote que alguien de la dirección de la escuela mandó a algunos/as de sus compañeros/as de clase a cambiarse porque estaban vestidos de forma inapropiada, puedes pedirle a tu hijo/a tu opinión sobre lo que hizo el miembro de la dirección de la escuela y cómo esa medida se relaciona con la sexualidad de las personas.

También puedes hablar con tus hijos/as sobre el tema de la sexualidad saludable de una manera más “formal”, dedicando bloques específicos de tiempo a sentarse y conversar sobre el tema. Hay padres y madres que piensan que es más fácil dar inicio a una conversación cuando sus hijos/as y ellos/as mismos/as conocen de ante mano el tema que va a ser tratado durante la conversación.

Da el primer paso

Si estuvieras pensando correr en un maratón, primero tendrías que planear cómo hacerlo (a qué horas tendrías que entrenar, qué tipo de zapatos te permitirían correr a la máxima velocidad de la cual es capaz tu cuerpo, cómo vas a monitorear tu progreso y cómo te vas a responsabilizar con cumplir con lo que te has propuesto. El mismo concepto es aplicable cuando estás en el proceso de prepararte para hablar con tus hijos/as sobre la sexualidad saludable. Por ejemplo, antes de que le hables a tu hija de la importancia de verse con un/a ginecólogo/a al menos una vez por año, debes primero hablar con ella sobre su vagina. El primer paso que das hacia el inicio de tener conversaciones sobre el tema de la sexualidad saludable puede ser tan sencillo como ponerte a practicar delante del espejo o conversar con tu propia pareja sobre el tema. Lo importante es que trates de dar el primer paso.

Da el primer paso: Debes sentirte preparado/a para que puedas responder las siguientes preguntas en las situaciones que te presentamos a continuación donde una persona es testigo de una relación en la cual hay violencia. Las siguientes preguntas fueron desarrolladas por la campaña NO MORE (NO MÁS).

Sospechas que alguien en tu familia se encuentra en una relación abusiva o dañina. ¿Qué podrías hacer?

Una vez que hayas reconocido en la relación de esta persona las señales de alerta que indican que puede haber abuso en una relación, podrías tratar entonces de encontrar cuál sería la mejor manera de intervenir que te parezca apropiada y con la cual te sientas cómodo/a.

Conversa en privado con la víctima y exprésale tu inquietud dejándole saber que te has estado preocupando por él/ella. Escucha sin juzgar y si no quiere hablar, entonces déjale saber que te encuentras a su disposición si en cualquier momento siente necesidad de hablar contigo.

CONSEJO: Permite que la víctima/sobreviviente tome sus propias decisiones. El estilo personal, la cultura y las circunstancias de la vida de la/el sobreviviente pueden determinar su manera de reaccionar. Es posible que una persona que es víctima/sobreviviente se sienta incómodo/a reconociendo que es una víctima o dándole a su experiencia el nombre de abuso o agresión, y es importante respetar la forma y el estilo individual que va a escoger cada persona a la hora de lidiar con un acontecimiento traumático en su vida.

Escuchar sin juzgar puede causar que la persona se sienta cómoda para abrirse contigo. Si decide confesarte que está sufriendo abuso es importante que sepa que le crees. Asegúrale que no está solo/a, que lo que sucedió no es culpa suya y que estás ahí para ayudar. Algunas cosas útiles que podrías decirle: “Nadie merece que le traten de esa manera,” “No eres responsable de lo que te está pasando,” o simplemente dile, “Lo que está sucediendo no es tu culpa”.

CONSEJO: Recuerda que aunque lo que está sucediendo podría hacerte reaccionar de un modo fuerte, es importante que te concentres en los sentimientos y reacciones de el/la sobreviviente y no los tuyos. Trata de no criticar o hacerle frente abiertamente a la persona abusiva ya que eso podría empeorar la situación o hacerla más peligrosa para la víctima, y podría ponerte también a ti en peligro.

Dale varias opciones a la víctima, dejándole saber diferentes recursos disponibles de ayuda gratuita, confidencial y en español , y dile que estás a su disposición para apoyarla cualquiera sea su decisión. Existen, por ejemplo, servicios nacionales de llamadas como la Línea Nacional contra la Violencia Doméstica 1.800.799.7233 y Loveisrespect 1.866.331.9474 (puedes visitar www.loveisrespect.org o enviarles un mensaje de texto que diga ‘loveis’ al número 22522). Estas dos organizaciones te pueden orientar (en español o inglés) y darte información sobre organizaciones en tu localidad que pueden ayudar a esta persona (y a cualquier niño/a presente en el hogar) a mantenerse fuera de peligro.

Consejo: Dile que puede usar tu teléfono o tu computadora para buscar recursos locales o ponerse en contacto con alguna persona que le pueda ayudar a él/ella y a cualquier niño/a que pueda estar involucrado/a en la situación.

Si tu amigo/a te dice que fue víctima de una violación. ¿Qué podrías hacer?

El apoyo que los/as sobrevivientes de abuso sexual reciben de las personas que les quieren y en las cuales confían puede ser de valor incalculable para su capacidad de lidiar con las secuelas de la agresión sexual de la que han sido víctimas y su capacidad para poder sanarse de la misma. A continuación te ofrecemos algunas sugerencias útiles tomadas del Centro de Emergencia para Víctimas de Violaciones (The Rape Crisis Center).

Escucha a la persona

Permite que tu amigo/a hable de lo que le pasó y que lleve la dirección de la conversación. No hagas muchas preguntas ni pongas el enfoque en el acto mismo de agresión sino en cómo está lidiando con el trauma.

Escucha a la persona sin tratar de darle consejos ni de “arreglar” las cosas

Cuando queremos a alguien tratamos de aconsejar a la persona, de resolverle los problemas y de arreglar en su lugar cualquier dificultad que tenga. Aunque la raíz de este comportamiento es el amor que le tenemos, nuestra reacción instintiva de tratar de resolverle el problema o de darle consejo podría en ciertos casos hacer que el/la sobreviviente sienta que no se está respetando o no se está teniendo en consideración lo que ella siente y piensa. A veces el/la sobreviviente está teniendo problemas que le parece (e incluso a ti) que no se pueden resolver, y resulta de mucha más utilidad que simplemente te pongas a su disposición para escuchar cualquier cosa que el/la sobreviviente decida compartir contigo.

Deja que el/la sobreviviente tenga el control

Deja que el/la sobreviviente tome las decisiones por sí mismo/a y asegúrale que cuenta con tu apoyo no importa cuál sea la decisión que tome. Tú no tienes que estar de acuerdo con las decisiones que tome pero es importante que respetes su derecho a decidir cómo prefiere manejar la situación.

Créele

Es importante que el/la sobreviviente sepa que tú crees lo que le sucedió.

Déjale saber que lo que está sintiendo es una reacción normal

Cada sobreviviente va a reaccionar de una manera diferente ante lo que le está pasando. Tal vez esté experimentando sentimientos de mucha tristeza, contradicciones y confusión después de haber sido atacado/a. Es común que en su mente vuelva a vivir lo que le sucedió y experimente recuerdos recurrentes (flashbacks), siempre sintiéndose nervioso/a o tenso/a, o que tienda a tener reacciones emocionales repentinas; todo lo cual puede crearle aún más disgusto a el/la sobreviviente y hacerle sentir aún más impotente. Algunos/as sobrevivientes se culpan a sí mismos/as y se sienten frustrados/as por estas mismas reacciones emocionales intensas y es importante que le recuerdes que estos sentimientos y reacciones están fuera de su control y que es la manera del cuerpo reaccionar ante un acontecimiento traumático. Algo útil que podrías decirle sería, “Como te estás teniendo es una reacción normal a una situación anormal.”

Dale tu apoyo incondicional

A tu amigo/a va a ayudarle que le digas que no es su culpa que haya sido agredido/a sexualmente. No importa lo que pueda haber estado haciendo la persona antes de haber sido agredida sexualmente, nadie escoge jamás que le violen o agredan sexualmente.

Se paciente

Sanar toma su tiempo, y cada sobreviviente lidia con el trauma de una manera diferente. No presiones a tu amigo/a para que “vuelva a ser normal” o “se olvide de eso”. Por el contrario, dale seguridad de que mientras esté sanando va a tener a su disposición la ayuda que necesite durante todo el tiempo que le tome sanarse.

Dile a el/la sobreviviente que tiene ayuda a su disposición

Si el/la sobreviviente está interesado/a y dispuesto/a a recibir ayuda, háblale sobre la Línea Nacional Online del Asalto Sexual (National Sexual Assault Hotline) u ofrécete a buscarle servicios locales disponibles.

Algunas cosas útiles que le puedes decir:

  • Te creo.
  • Esto no es culpa tuya.
  • Siento mucho que esto te haya pasado.
  • Tú no mereces que esto te haya pasado.
  • Me alegra que en este momento estés fuera de peligro y que estemos hablando.
  • Gracias por ser valiente y encontrar el valor para decidirte a hablar conmigo.
  • ¿Cómo puedo ayudarte ahora mismo?

Apoyo a un/a sobreviviente

Darle tu apoyo a un/a sobreviviente a veces puede sentirse como un reto por distintas razones: tal vez te preocupa que puedas estarle molestando, tal vez tuviste una experiencia personal con un problema similar, o tal vez crees no tener la menor idea de lo que deberías decirle. Lo más importante que puedes hacer para ayudar a un/a sobreviviente es: escuchar, validar, preguntarle cómo le puedes ayudar, saber lugares, personas u organizaciones a las que puedas remitirle para que siga obteniendo ayuda, escuchar sin juzgar y cuidar de ti mismo/a.

Asegúrate de tú también recibir el apoyo que necesitas

Ver a un/a amigo/a o persona querida pasar por los efectos resultantes de una agresión sexual puede ser una experiencia extremadamente difícil y dolorosa. Algunos sentimientos comunes que experimentan quienes ayudan a personas que han sido víctimas de una violación incluyen los sentimientos de impotencia, frustración, ira y culpa. Puede ayudarte hablar con alguien que no sea el/la sobreviviente sobre tus sentimientos.

Es posible y comprensible que te sientas molesto/a, en shock o inseguro/a y que tengas muchas preguntas. Para que respetes los sentimientos difíciles de el/la sobreviviente y te des el espacio necesario para procesar tus propios sentimientos, espera a algún momento en que no estés con el/la sobreviviente y llama a la Línea Nacional Online del Asalto Sexual (National Sexual Assault Hotline) de forma gratuita, donde recibirás ayuda confidencial.

Tu amigo te dice que tuvo una experiencia sexual no deseada cuando era más joven con alguien a quien él respetaba. Él se pregunta si lo que le pasó se considera violación porque durante la interacción su cuerpo se excitó. ¿Qué harías?

Algunas de las cosas que podrías hacer (dependiendo de lo que tú te sientas cómodo/a y si tu amigo está dispuesto a continuar hablando) incluyen:

  • Exprésale tu admiración por estar dispuesto a plantearse una pregunta tan difícil.
  • Escúchalo de forma neutra. Pregúntale qué le hace pensar que lo que sucedió pudo haber sido abuso. Evita tratar de definir lo que le sucedió.
  • Tantea si él piensa que en esa relación había un desequilibrio de poder.
  • Ofrécete a ayudarle a encontrar información sobre experiencias sexuales no deseadas y abusivas que experimentan las personas del sexo masculino y por qué es difícil, pero importante, que un hombre que se ha visto afectado entienda lo que le ha sucedido.
  • Haz un chequeo de seguridad. Observa si él posee estrategias saludables para lidiar con sentimientos negativos cuando empieza a pensar sobre esta pregunta. Si no, ayúdalo a encontrar el número telefónico de una línea de ayuda o una agencia local proveedora de servicios para situaciones de emergencia por si empezara a sentirse agobiado.

Te encuentras en la cafetería de la escuela a la hora de almuerzo con tus amigos/as y un grupo de estudiantes que están próximos/as a tu mesa empiezan a hacer gestos de naturaleza sexual y a decirle cosas a uno/a de tus amigos/as que está sentado/a contigo. Aunque tu amigo/a está tratando de ignorar los comentarios, puedes ver que se siente molesto/a. ¿Qué harías?

  • Puedes decirle al grupo que está haciendo los comentarios que no lo/a sigan acosando sexualmente o pídeles que se imaginen cómo se sentirían si alguien le hiciera el mismo comentario a alguien de su familia o a alguien cercano/a a ellos/as.
  • Puedes preguntarle a tu amigo/a si se quiere ir a hablar con un/a maestro/a o consejero/a.

Cualquiera sea la acción que decidas tomar en ese momento, es importante que en cualquiera de los casos le informes a alguien que tenga alguna autoridad sobre el acoso que acaba de ocurrir, para que esta persona pueda intervenir y hacer algo al respecto. A pesar de que lo sucedido no constituye violencia física, este tipo de comportamiento de acoso contribuye a fomentar un ambiente que permite la violencia doméstica y sexual en nuestra sociedad.

Un/a compañero/a de trabajo te empieza a hablar sobre un caso de violación o de violencia doméstica que la prensa ha cubierto extensamente, y al hacerlo culpa a la víctima de lo que sucedió. ¿Qué harías?

  • Dile que no importa cuál sea su idea de lo que sucedió, la víctima no es nunca la culpable.
  • Provéele información para que entienda cuál es la realidad presente en situaciones de violencia doméstica y sexual.
  • Ponte en contacto con el/la persona responsable de recursos humanos de tu organización/empresa o con tu supervisor/a inmediato/a y pídele que se provea capacitación al personal de tu trabajo sobre estos temas.

Un/a adolescente a quien conoces te dice que su novio/a está abusándolo/a físicamente, lo/a está acosando y forzándolo/a a participar en actos sexuales en los que no quiere participar. ¿Qué harías?

  • Asegúrale a esta persona que está mal lo que está sucediéndole, que no es su culpa y que todo ser humano merece tener una relación saludable y respetuosa.
  • Ofrécete a ayudarlo/a buscar recursos en su localidad donde le puedan a asistir para que se mantenga fuera de peligro.
  • Pregúntale si en su escuela hay alguna persona adulta, puede ser un/a maestro/a, consejero/a, el/la director/a, un padre o una madre a quien le pueda hablar y quien pueda ayudarle a mantenerse fuera de peligro.
  • Mantente al tanto de él/ella y asegúrate de que se encuentre fuera de peligro, puedes ofrecerte a ayudarlo/a a ponerse en contacto con personas capaces de ayudarlo/a a lograr que el abuso no siga.

Los chicos de tu equipo siempre están haciendo comentarios obscenos, groseros y degradantes sobre las mujeres y las niñas o se insultan diciéndose “eres débil como una niña”. ¿Qué harías?

  • Diles sin reservas que sus comentarios son degradantes para sus compañeros/as de equipo y para las mujeres en general y que no te parece gracioso.
  • Habla con cada miembro de tu equipo por separado sobre la situación y pídeles que no participen en comportamientos de ese tipo.
  • Pídele a tu entrenador/a que converse con ellos, o que converse individualmente con la persona que se está comportando de esa manera y que le diga que acodar y degradar a mujeres y niñas está mal.